Los excrementos caninos deben ser retirados obligatoriamente por sus propietarios, depositándolo en bolsa cerrada en los sanecanes o en los contenedores de residuos orgánicos.
Recogida y limpieza de deyecciones caninas
Las deyecciones caninas deben ser retiradas de la vía y espacios públicos por razones de limpieza y salubridad de la ciudadanía y las propias mascotas.
Asimismo la persona que conduzca perros está obligada a llevar una botella con producto de limpieza para minimizar el impacto de las micciones. Dicho líquido puede ser algún producto específico destinado a este uso, así como agua mezclada con vinagre común, o bicarbonato de sodio o zumo de limón. El líquido deberá ser vertido sobre la micción.
Las sanciones por el abandono de deyecciones caninas en la vía y espacios públicos oscilan de 300 a 3.000 €.